jueves, 3 de abril de 2014

una palabra perdida


No existen fragmentos de luz que se toquen
Tampoco  resuelven  despedidas
Espero como la flor que crece el alimento
Un columpio entre  la noche y el día
Y en cada movimiento un delirio
Todo es Morir y Nacer nuevamente,
veo la luz que se debate hasta la sombra
el tironeo eterno de sobrevivir
la oscuridad de las cosas en la noche
la oscuridad de tus manos heladas
sostenerse en el vaivén de la vida
un fino hilo por donde corta la muerte
tarde comprendí la partida
el fin de la tarde que todo aniquila
soy mala recordando
suelo también echar todo en la sombra
tu voz, tu sonrisa, tu bigote
y toda tu paternidad robada
obedecí como obedece el puente
así atravesé tu ausencia
pero nunca termina
¿es eso la muerte?
Nadie hubo que dijera
Nadie hubo que cuidara
Sólo supe acostumbrarme
Escribirte callada
Una mujer todavía te extraña
Una mujer todavía se apena
Por más que mate la memoria
Existe esa palabra lejana
Esa palabra indecente
Que nunca más papá,
tendría.
Es eso la muerte.

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